Desde hace varios meses, en España es ilegal hacer tatuajes en color. El motivo es la ausencia de una marca de tinta homologada por Sanidad con la que poder trabajar legalmente. Una anomalía que solo se da en este país dentro del conjunto de Europa, y que tiene en el limbo a muchos profesionales del tatuaje especializados en color, que han tenido que limitarse al negro y gris. La cuestión, muy comentada en círculos del sector, pero que pasó desapercibida para la opinión pública —debido, entre otros elementos, a la ausencia de sindicatos u otras entidades de velen por los derechos de tatuadores y piercers (perforadores)—, saltó a la palestra ayer, tras la incautación, por parte de la Guardia Civil, de miles de agujas y botes de tinta en la comarca de A Coruña.

La Guardia Civil ha inspeccionado un total de 23 locales de tatuaje, micropigmentación y piercing en A Coruña, Arteixo, Oleiros, Culleredo, Betanzos, Sada y Miño, en un operativo especial que ha concluido con 8.101 agujas y tintas de tatuaje intervenidas, dos personas investigadas y decenas de denuncias por infracciones de la normativa en materia sanitaria, de salud pública y contrabando, protección de datos y seguridad ciudadana o extranjería, según informa la Patrulla Fiscal y Fronteras de A Coruña, que ha desarrollado esta intervención en colaboración con el Destacamento de Fiscal y Fronteras del Puerto de A Coruña. En esta actuación la Guardia Civil se ha incautado, además, más de 2.500 euros en billetes falsos y cantidades menores de droga.