El PP califica de "gatopardismo" la remodelación de concejalías en A Coruña: "todo cambia para que todo siga igual"

Considera que es la "constatación de un fracaso" por parte del Gobierno local, así como de que la alcaldesa "no está a pie de calle" y tiene que delegar en sus ediles

El líder municipal del PP, Miguel Lorenzo.

El líder municipal del PP, Miguel Lorenzo.

El líder del grupo municipal del PP, Miguel Lorenzo, calificó los cambios en la estructura del Gobierno local de A Coruña anunciados este lunes por la alcaldesa, Inés Rey, de "gatopardismo", afirmando que la nueva configuración del Concello, en el que se suprimen las tres grandes áreas municipales y los concejales dejar de estar dirigidos por los tenientes de alcalde, es "cambiar para que todo siga igual". Aunque el portavoz municipal, edil de Economía y coordinador de proyectos estratégicos, José Manuel Lage, deja de supervisar concejalías con funciones como Urbanismo o Seguridad Ciudadana, Lorenzo señaló que hasta donde sabe se mantiene lo que llamó el "segundo plano" del Ayuntamiento, esto es, los cargos intermedios que nombró Lage cuando "tenía el 80% de las competencias".

El popular no quiso valorar los cambios de competencias entre concejales, como Medio Ambiente y Bienestar Social, centró sus críticas en el portavoz municipal, ligando que haya dejado de supervisar Urbanismo a las supuestas irregularidades en las obras en pisos de su propiedad, irregularidades que Lage ha negado. También protestó porque mantenga competencias de contratación, señalando que el Concello mantiene contratos en precario desde hace años, como la planta de tratamiento de residuos de Nostián, y en personal, y se quejó de que Gonzalo Castro mantenga Cultura, culpándolo de emitir facturas "a dedo" en el IMCE y de mentir a la alcaldesa sobre ellas. La tercera edil a la que nombró fue Montserrat Paz, que conserva Seguridad Ciudadana pese a lo que, para Lorenzo, es un aumento de la inseguridad en la ciudad.

La desaparición de las superconcejalías con ediles subordinados, un año después de que se implantaran, es para Lorenzo la "constatación de un fracaso" por parte del Gobierno local: "nos ha dado la razón", afirmó, cuando desde el PP criticaban la "concentración de poder", y "el Gobierno municipal no funcionaba". Esto, afirmó, se ha reflejado en los resultados electorales y ha forzado al Ayuntamiento a reorganizarse. Hace doce meses la alcaldesa asumió las competencias de Barrios, pero, aunque las mantiene, ahora ha designado a cada uno de sus ediles a un distrito para mejorar la relación de los vecinos. Siempre según Lorenzo, esto se debe a que la regidora "no está a pie de calle" y afirmó que las protestas vecinales se han incrementado porque desde el Concello "han obligado a los vecinos a salir a la calle a protestar" al no recibirlos.