El alivio sonoro de la reducción del tráfico en A Coruña

El Mapa de Ruido muestra una caída de decibelios en la Zona de Bajas Emisiones que achaca a las peatonalizaciones y el carril bici

Calle Compostela, una de las últimas en ser peatonalizadas.   | // VÍCTOR ECHAVE

Calle Compostela, una de las últimas en ser peatonalizadas. | // VÍCTOR ECHAVE

En 2016, antes de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), había 17.884 personas en la parte de la ciudad situada entre Juan Flórez y la Torre de Hércules —la denominada zona 1 de la ZBE— que sufrían ruido del tráfico superior a 55 decibelios, el máximo aceptable al aire libre. Ocho años después, con la ZBE ya creada, el Mapa Estratégico de Ruido de A Coruña estima que ese número se ha reducido a 16.484 personas. En el resto de los niveles sonoros estudiados la caída del número de afectados muestra diferentes variaciones, ya que de las 11.305 personas sometidas a ruido entre 60 y 64 decibelios se pasó a 7.623, mientras que en el tramo de 65 a 69 los perjudicados cayeron desde los 6.994 hasta los 4.499.

En el siguiente nivel, de 70 a 74 decibelios, cayó de 2.159 a 1.139 personas, aunque el más elevado, por encima de los 75, únicamente descendió en seis afectados para quedarse en 123. El documento atribuye a las medidas aplicadas para la implantación de la ZBE la caída en el volumen del ruido producido por el tráfico, aunque la más efectiva de ellas, la peatonalización de la Ciudad Vieja y la Marina se efectuó antes de que se creara esa área de tráfico restringido.

Solo la de la calle Compostela se produjo después de la puesta en marcha de esa regulación circulatoria, mientras que el resto de medidas que menciona el mapa hacen referencia al impacto que habría tenido la creación de carriles bici y la mejora de la accesibilidad de las paradas del bus en la reducción del tráfico. El propio documento, aprobado de forma inicial en la Junta de Gobierno Local del pasado viernes, señala en sus conclusiones que hubo un descenso del tráfico del 12% en toda la ciudad con respecto al estudio realizado en 2016 y que hay una disminución en el número de personas afectadas por el ruido por el cambio en el método de cálculo empleado. El propio Gobierno local aclaró al crear la Zona de Bajas Emisiones que no supondría el cierre al tráfico de ninguna parte de la ciudad al margen de la Ciudad Vieja, ante el temor de muchos conductores a que se limitase en toda el área de la ZBE.

Para la zona 2 de la ZBE, que abarca desde Juan Flórez hasta todo el recorrido de la ronda de Outeiro, el Mapa Estratégico del Ruido también aprecia una disminución del impacto sonoro en la población, que es de solo 1.284 personas en el nivel por encima de 55 decibelios, en el que se contabilizan 23.795 afectados. La reducción es mucho mayor en los más elevados, ya que entre 70 y 74 decibelios se pasa de 8.031 a 4.899 personas, y en el de por encima de 75 se baja de 329 a 174 perjudicados.

Las calles Ramón Cabanillas, un tramo de Alcalde Marchesi y Mariscal Pardo de Cela son las peatonalizadas en este sector de la ZBE en los últimos años para conformar la llamada Ronda Peatonal, pero su impacto sobre la reducción del ruido debe ser limitada porque se trata de vías secundarias y de corto recorrido. Sí es destacable el número de carriles bici creados en esta parte de la ciudad en los últimos años, aunque su repercusión sobre la caída del tráfico es discutible, puesto que los estudios sobre esta cuestión revelan que la mayoría de los nuevos usuarios de la bicicleta son antiguos asiduos del transporte público y no del vehículo privado.

A pesar de estos datos, el mapa apunta que con las medidas aplicadas en la zona 2 la ZBE podría reducir tráfico un 25% y en la zona 1 podría llegar hasta el 40%.

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