Hockey sobre patines - OK Liga masculina

Liceo ‘koruño’, Liceo ‘bravú’

“La vamos a liar”, aseguran Martín Rodríguez y Jacobo Copa en su presentación

Martín Rodríguez y Jacobo Copa, enfundados en la camiseta del Liceo en su presentación.

Martín Rodríguez y Jacobo Copa, enfundados en la camiseta del Liceo en su presentación. / Iago López

El Liceo volvió ayer a la cervecería Estrella Galicia. La última vez que había estado allí fue cuando el pasado mes de diciembre le tocó el gordo de Navidad, que más o menos fue lo que supuso el anuncio de la renovación hasta 2026 de los capitanes David Torres y César Carballeira. No es casualidad que se repitiera el escenario para presentar a otros dos coruñeses, Martín Rodríguez y Jacobo Copa, cuya incorporación completa el equipo más koruño de la historia. Más de la mitad de la plantilla, seis de sus integrantes (además de los dos fichajes y los dos capitanes, siguen Pablo Cancela y Bruno Saavedra, que es de Santiago), será coruñesa. Un Liceo bravú, formado por jugadores de carácter fuerte y competitivo y sobre todo orgullosos de sus raíces, dispuestos a luchar con y contra lo que haga falta por defender la camiseta verdiblanca.

“La vamos a liar”, confirman el portero y el jugador, uno veterano, otro con toda una carrera por delante, ya de verde y con el uno y el siete respectivamente en el pecho. Y los dos con la misma ilusión y ambición por lo que les espera, sin parar de sonreír mientras desde el público les observan orgullosos sus amigos y sus familias. Nadie se lo quiere perder. Es un día especial.

Fueron casi las palabras exactas que utilizó Willy Duarte, el encargado por parte de la directiva liceísta, también representada por José Luis Huelves, Manuel Boedo y Antón Baldomir, de darles la bienvenida junto a Sergio Castellanos, de Estrella Galicia. “Hoy es un día muy importante para el club”, anunció mientras hacía un acto de memoria. Él fue jugador y entrenador del Liceo y le costaba recordar un grupo con tantos coruñeses. “A mí me tocó una época en la que yo era el único”, confirmó. “Ya llevo muchos años en esto y nunca hubo algo igual. Estamos presentando a dos coruñeses y vamos a iniciar una temporada en la que más de la mitad de la plantilla es de casa, es de A Coruña”, apuntó. Era un objetivo que se perseguía desde hace años, admite, pero que siempre fue ligado a una condición indispensable, la de “no perder la capacidad competitiva”. “Y estoy seguro de que este año lo hemos conseguido. Tenemos seis koruños en el grupo y un equipo para competir en todas las competiciones”, aseguró.

Martín Rodríguez (A Coruña, 1994) vuelve a casa después de dos años en Francia. Se marchó después del título de liga, buscando minutos. Firma hasta 2026 y vuelve con más experiencia y ganas redobladas de hacerse un hueco en la portería. “Otra vez en casa, otra vez otro sueño y otra vez muchas ganas de ganarlo todo y de formar parte del Liceo más koruño de la historia. Yo personalmente me crié con dos jugadores, Dava Torres y César Carballeira, viendo a otro jugador, Pablo Cancela, y me hice mayor viendo crecer a Jacobo Copa y Bruno Saavedra. Formar parte de todo esto es espectacular”, indicó. “Desde el primer momento que hubo un contacto las dos partes queríamos ir para adelante. Es volver a la élite y es el mejor sitio para estar y para crecer. Es mi casa”, reiteró.

Jacobo Copa (A Coruña, 2006) será el benjamín. Criado en el Dominicos, da un salto importante en su carrera y es una apuesta de presente, pero sobre todo, de futuro, por lo que el club le ata hasta 2027. “Es el paso adecuado y el club adecuado”, confirma, “creceré como persona y como jugador y esto me ayudará para el futuro, aunque espero que el Liceo sea mi club durante muchos años”, apuntó. “Estar aquí es un sueño porque estoy en mi casa, con mi familia, con mis amigos, con gente que eran referentes, que los veía en Cerceda, reencontrándome con Bruno en las pistas... es un proyecto muy chulo a corto y largo plazo y podemos alcanzar grandes objetivos”, añadió. “Vamos a liarla”, resumen. No es una amenaza. Es un aviso. Eso sí, con una enorme sonrisa.

Martín Rodríguez.

Martín Rodríguez. / Iago López

Martín Rodríguez: "Vuelvo mejor de lo que me fui y creo que puedo apotar mucho"

La vuelta de Martín Rodríguez no solo es la de un portero que va a pelearle el puesto a Martí Serra. Es también la entrada en el vestuario de un peso pesado, un tercer capitán. “Bueno, yo delego eso, los del brazalete son los otros dos, el 5 (Carballeira) y el 8 (Torres)”, dice. “Seré un apoyo que yo entre reír y echar broncas, prefiero lo primero”, bromea. “Llego a un vestuario en el que habrá mucha confianza para decir las cosas. Y además como vamos a remar todos en la misma dirección, si hay que reñir se riñe y si hay que reír se ríe”, añade.

El portero coruñés se marchó después del ciclo ganador en el que el Liceo levantó la Supercopa de España, la Copa del Rey y la OK Liga. Y mientras él en Francia seguía en lo alto al proclamarse campeón de la Supercopa y de la Liga con el Saint Omer, tuvo que ver sufrir a sus excompañeros, como cuando se quedaron fuera de la Copa del Rey. “Fue duro. La verdad es que me hubiera gustado estar ahí pasándolo con ellos. Ya que había pasado los momentos buenos, pasar también los malos”, reflexiona. A ver si era él el amuleto. “Ojalá, no me importaría que me pusieran esa etiqueta. Me encantaría seguir con la racha. Porque no hay nada como levantar un título en casa”, desea.

Después de vivir a la sombra de Xavi Malián y Carles Grau en sus últimas etapas, espera tener un papel más protagonista. “Me dijo Juan Copa que no venía para estar sentado, que venía a luchar por el puesto y a hacerle dudar”, reconoce. “Lo bueno de haberme ido a Francia y jugar todo es que tu carácter cambia, sacas el carácter de jugar, que no es el mismo al de estar de segundo portero. Creo que traigo más experiencia, vuelvo mejor de lo que me fui y creo que puedo aportar muchas cosas positivas más allá de la cohesión de grupo”, comenta.

El hecho de tratarse de un Liceo tan ligado a la ciudad y al hockey coruñés le da un extra de motivación. “Los niños de Dominicos, Compañía, Liceo, Cambre, Oleiros... de dónde sea, van a ver que la mitad de la plantilla es coruñesa y van a pensar ‘¿por qué no voy a poder yo?’ Para mí eso es lo más importante. Estamos dando ejemplo”, reconoce. Y eso también les dará mayor cohesión con la grada. “Muchos pensarán: ‘vamos a ver a estos trastornados del Liceo que seis son de la ciudad y a ver qué hacen’. Y nosotros la vamos a liar”, concluye.

Jacobo Copa.

Jacobo Copa. / Iago López

Jacobo Copa: "Aún no soy nadie, llego a un club histórico y vengo a aprender"

Jacobo Copa habla rápido y así no se le notan tanto los nervios. Con 18 años parece un profesional en esto de las ruedas de prensa y las entrevistas. Cuando para un poco, piensa y lo reconoce: “Estoy en una nube. Hasta que no empiece a entrenar no me lo voy a creer. Esto es un sueño”. Hace no tanto que era un niño que acompañaba a su padre a Cerceda y seguía desde la grada a los que este año serán sus compañeros. “César y Dava son mis ídolos. Tenía un fondo de pantalla de ellos. Compartir vestuario con ellos me hace mucha ilusión”. Pero también reencontrarse con su amigo Bruno Saavedra. “Se ha visto que está hecho un toro y creo que el año que viene, juntos de nuevo, la vamos a volver a liar”. Y coincidir con su padrino Pablo Cancela. Los dos suspiraban por jugar juntos algún día, pero nunca imaginaron que eso podría pasar en el Liceo. “Los dos nos picamos mucho”, dice. Aunque para relación familiar complicada, la que tendrá con su padre, que será su entrenador. “Es un reto y creo que nos puede ir bien... salvo para mi madre”, bromea.

Juan Copa, entrenador del Liceo, entre el público en la presentación de Martín Rodríguez y Jacobo Copa como nuevos jugadores del Liceo.

Juan Copa, entrenador del Liceo, y Bruno Saavedra, jugador, entre el público en la presentación de Martín Rodríguez y Jacobo Copa como nuevos jugadores del Liceo. / Iago López

Con todo este contexto, su rol en el Liceo será muy diferente al que está acostumbrado, líder tanto en el Dominicos como en la selección española de su categoría. “Yo no soy nadie aún y ese será mi rol y lo voy a aceptar. Vengo a un club histórico y vengo a aprender. No tengo prisa. Tenía varias opciones y creo que elegí la correcta”, analiza. Ya en su momento le dijo que “no” al Barcelona. “No solo era una oferta deportiva, sino de vida. Era irme con 15 años fuera de casa, dejar aquí a mis amigos y venía de pasar una época familiar con varias pérdidas... no era el momento adecuado”, desvela.

Siguió en el Dominicos, al que ahora le toca decir adiós. “Tengo algún amigo que está por ahí que me sigue echando la bronca y me vacila... es una rivalidad sana”, se ríe pero se pone serio: “Es mi casa y lo va a seguir siendo. Me han formado deportiva y académicamente y estaré siempre agradecido”. Él se lo toma como un paso natural que ha dado y que muchos le pueden seguir. “Vienen por detrás jugadores con muy buena pinta y tenemos que ayudarnos entre todos los equipos gallegos. Por eso este proyecto es tan bonito”. Y a pesar de las ganas de iniciarlo, tendrá que esperar. Por lo menos hasta septiembre porque a principios de agosto se marcha con la selección sub 19 para preparar y disputar el Mundial.

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