Fútbol

Mundial 82: A Coruña, vanguardia y prisas para una cita inolvidable

Riazor fue el primer estadio en postularse y las obras acabaron cuatro días antes

Jugadores del Dépor sobre el césped con la grada de Preferencia en obras por el Mundial 82, a sus espaldas. |  // LOC

Jugadores del Dépor sobre el césped con la grada de Preferencia en obras por el Mundial 82, a sus espaldas. | // LOC

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Fue la primera ciudad en postularse y cortó la cinta de inauguración del nuevo Riazor cuatro días antes del primer partido del Mundial. La firme candidatura coruñesa a albergar la cita de 2030 obliga a echar la vista atrás y a recordar el proceso y la huella que supuso para A Coruña el evento de 1982. Como hoy, sirvió de excusa para reformar Riazor de arriba a abajo, para dar un paso adelante como ciudad y como club, y para vivir una odisea que pasó por mil estados y vicisitudes.

Riazor se puede considerar casi el primer candidato entre los estadios españoles a albergar partidos del Mundial de 1982. Fue junto a la ciudad de Sevilla la más madrugadora al transmitir al Gobierno y a la RFEF su deseo de no perderse el evento. Pronto se formó una Comisión pro Mundial en A Coruña, que fue el germen del órgano que acabaría haciendo el seguimiento de toda la preparación del evento. Unos meses después ya lucía en la prensa de la época la maqueta de reforma de Riazor realizada por el arquitecto municipal, Antonio Desmonts. El responsable apenas superaba la treintena, pero alumbró un diseño que quedó en la memoria colectiva. Inspirado en los tensores del Olympiastadion, creó una estructura que en la cubierta que se asemejaba al mástil de un barco. Fue parte del silueta del estadio hasta la reforma de la techumbre de hace menos de una década. Era inconfundible. Riazor siempre lo había sido. Primero con los arcados que desaparecieron con la construcción del Palacio de los Deportes y en 1982 con el diseño para el campeonato de selecciones.

El proyecto de reforma fue aprobado en Pleno del Concello el 12 de marzo de 1979 y, en un principio, el presupuesto se iba a ir hasta los 400 millones de pesetas (24 de euros), pero acabó superando los 500 (más de 30 millones de euros), una cifra alejada de los casi 100 millones de euros que se calculan necesarios para 2030, pero ya muy importante para a época.

Las similitudes no se quedan ahí, porque por entonces la idea inicial era que en España 1982 tuviese 12 sedes. A Coruña amarró pronto su presencia, pero desde el Gobierno se buscó albergar la mayor cantidad de territorio y contentar a todos los aspirantes y, finalmente, fueron 17. A Riazor le tocó, de esta manera, compartir Grupo A con Vigo, quien se sumó más tarde a la idea de ser candidata y vivió momentos turbulentos en toda la gestación.

Eso sí, por tierras herculinas no pasaron los italianos, que a la postre serían los campeones del Mundo. Sí se jugaron en A Coruña tres partidos (Perú-Camerún. Camerún-Polonia y Polonia-Perú), otros tantos en Balaídos. Los dos primeros duelos fueron de 0-0 y, al final, llegaron los goles en el tercero con un 5-1 a favor de la Polonia de Lato y Boniek que terminaron aquel campeonato en la tercera posición. Entonces era uno de los mejores equipos del continente, estatus muy diferentes al que tiene ahora.

Todos esos equipos que pasaron por Riazor causaron un profundo impacto, ante todo Camerún. También se estableció una especial conexión con los peruanos. Eso sí, la suerte podría haber sido otra. La comisión organizadora de A Coruña hizo gestiones para que Argentina fuese el cabeza de serie del grupo gallego y para que la albiceleste disputase sus choques en Riazor. Era un guiño a un país hermano y había sido campeón en 1978. Jugó, finalmente, en Alicante., donde utilizaron otras bazas. “Quisimos que Argentina fuese uno de los equipos de la sede coruñesa, pero lo consiguió Alicante porque el verano anterior invitó a todos los directivos argentinos y a sus familias a pasar un mes de vacaciones en Villajoyosa”, apuntaba en LA OPINIÓN hace años el propio Ángel Ron, presidente de la Comisión de la ciudad para el Mundial 82.

A Coruña tuvo mucha celeridad en postularse, pero acabó la reforma sobre la bocina. El Dépor ascendió a Segunda en 1981 entre andamios y cuando parecía que todo iba a velocidad de crucero, surgieron problemas en la grada de Preferencia, que obligó a reformarla de nuevo entera y se hizo prácticamente en 1982. El alcalde Joaquín López Menéndez cortó la cinta de inauguración el 11 de junio. Al día siguiente hubo un mitin internacional de atletismo para estrenar la instalación. 72 horas después, ya estaban Perú y Camerún sobre el césped para jugar el primer partido. Aun así, no cundió el nerviosismo y los meses previos fueron un ir y venir de autoridades y de seleccionadores para visitar las instalaciones. Todos halagaban lo que veían, aunque nada estuviese acabado. Riazor llegó a tiempo, no sin accidentes por el medio y compañeros de viajes inesperados, para vivir una cita inolvidable que espera repetir en seis años.

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