Riazor acaricia el Mundial 2030

España intenta ampliar su cuota de 11 a 12 o 13 sedes para la cita para dejarle un resquicio a Valencia y Vigo

A Coruña, elegida, pero sin confirmación oficial

Vista general de cómo quedaría el estadio de Riazor con la reforma desde la zona de Las Esclavas. |  // LOC

Vista general de cómo quedaría el estadio de Riazor con la reforma desde la zona de Las Esclavas. | // LOC

A Coruña y Riazor deberían haber salido encumbradas de la reunión de Agadir (Marruecos) en la que el comité organizador, integrado por España, Portugal y Marruecos, le iba a presentar la lista de 20 sedes (11 para España, 6 para Marruecos y 3 para Portugal) al máximo organismo internacional para que estudiase cada uno de sus proyectos y les diese el visto bueno en un par de semanas. Pero tendrá que esperar.

Eso sí, no ha perdido ni un ápice de enteros la propuesta coruñesa, que tiene en su mano y amarrado ser una de las que acoja partidos del Mundial 2030. Pasó el corte en la reunión del día anterior celebrada en Madrid en la que once ciudades fueron las que cumplieron con los requisitos. Todo parecía sencillo entonces, porque eran once plazas para once propuestas. Pero Vigo y Valencia quisieron ganar tiempo para completar su dossier y para pulir su oferta. Les concedieron 24 horas a ambas y acabaron de convencer a los rectores españoles de que lo mejor era intentar que su cuota pasase de 11 a 12 o 13, algo para lo que debían estar de acuerdo tanto la FIFA como el resto de integrantes del Mundial 2030, en este caso Portugal y Marruecos. Eso fue lo que solicitó en la reunión de Marruecos y no obtuvo un sí rotundo, pero el resto de las partes, con alguna reticencia, tampoco se cerraron en banda a esa posibilidad. El movimiento español busca dejarle un resquicio a Valencia y, en menor medida, a Vigo. Murcia y Gijón están descartadas y la ciudad olívica se encuentra en la cuerda floja, aunque conserva una mínima esperanza si la cuota se fuese a 13 o Valencia no resolviese sus problemas internos.

Las sedes fueron una más de las múltiples negociaciones que se llevaron acabo en Agadir concernientes a la cita del Mundial 2030, que empieza a calentar motores. Las partes tienen que resolver también qué cuota de protagonismo se acaba llevando cada uno. Marruecos, la última en llegar y decisiva para elección, juega sus bazas con múltiples variables encima de la mesa, entre ellas la de las sedes españolas.

Hay mucho por resolver, pero en lo tocante a los estadios habrá una reunión decisiva la próxima semana en Madrid, donde ya sí deberían ser oficiales las sedes elegidas. En los próximos días se la juegan Vigo y Valencia con el deseo expreso de que la capital ché esté entre las elegidas por una razón u otra, dado su peso en el país y su tradición. La inconsistencia de su proyecto y los problemas con el Nuevo Mestalla, aunque ahora el club se haya plegado, le siguen lastrando. Ni la RFEF ni el CSD ven un Mundial 2030 sin Valencia.

Más allá de lo que pase con ese potencial 12º o 13º pasajero en la cuota española, todos estos movimientos de última hora no afectan a A Coruña y a Riazor que se encuentran firmes entre las elegidas. Ha habido dudas en las últimas horas con el proyecto de Málaga y su estadio o con la propuesta de San Sebastián por la cercanía con Bilbao, nada afecta a la propuesta coruñesa, que ahora debe pasar el corte de las instancias FIFA. En teoría ese sí final llegará el 31 de julio.

La candidatura de Riazor, de manera previa, se había impuesto a la de Balaídos en ese duelo gallego en el que les aupaba y también les condicionaba la cercanía con Portugal, donde son seguros tres estadios: O Dragao, A Luz y Jose Alvalade. La propuesta de A Coruña estaba muy pareja a la de Vigo en los criterios técnicos, aunque debe pulir algunos aspectos como la financiación (será público-privada) y detalles como las instalaciones paralelas para los entrenamientos. La candidatura del sur ganaba en plazas hoteleras y en otros baremos. La gran baza de A Coruña fue que estaba y está por delante en el apartado de los criterios de sostenibilidad que decantaron la balanza en Galicia. Todo lo referido a medio ambiente, movilidad, transporte o retorno social le dieron ventaja, en este caso, a lo presentado desde el Concello. El propio concejal de Cultura y Turismo del Concello de A Coruña, Gonzalo Castro, reconocía tal extremo y no ocultaba las potencialidades de la propuesta de María Pita: “Es un proyecto que pretende convertir a Riazor en un recinto multiusos que dé acogida desde otra perspectiva, la cultural, a grandes eventos de gran magnitud” y convertir a la ciudad en “referencia” en el Noroeste.

El concejal de Cultura y Turismo añadió hace un par de días también que A Coruña 2030 será, para Riazor, un “proyecto solvente” que está basado en una cuestión que considera que ha sido “definitiva” para ser una de las candidaturas elegidas: “la sostenibilidad”. Desde el punto de vista presupuestario, será un proyecto “sostenible” que además “generará un legado” a futuro, porque “tiene que haber un día después del Mundial”. Gonzalo Castro considera que esto ha sido “una de las líneas estratégicas fundamentales desde el día uno” y que “una inversión de este tipo” debe, a largo plazo, “generar un valor añadido a la ciudad”.aspiraciones españolas.