Opinión | Inventario de perplejidades

Simplificar el voto

Hubo un tiempo, bajo la dictadura, que algunos chistosos propusieron que los ciudadanos españoles (y de otros países) pudieran votar en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos.

Al fin y al cabo —argumentaban— las decisiones que adopte el principal inquilino de la Casa Blanca les van a afectar a ellos más pronto que tarde. Desde el punto de vista de la economía garbancera es indudable que el modelo propuesto es el que impone el populismo allá donde toca poder.

Por lo que a España se refiere, la prensa del régimen tuvo el descaro de publicar sobre actuaciones democráticas celebradas fuera de nuestras fronteras, como si fuera uno de los partícipes en la alegre fiesta de las libertades, mientras aquí se fusilaba, se torturaba o se encarcelaba por muchos años a algunos desgraciados, a los que se había detenido en posesión de unos folletos en los que se convocaba una jornada de huelga para conseguir unas modestas mejoras salariales.

La ficción de vivir en el mejor (y más democrático) de los mundos posibles se adornaba con el envío de corresponsales fijos o eventuales al lugar donde se desarrollaba la campaña electoral. Habitualmente, solían ser personas de impostados gustos liberales y acrisolada fidelidad a las consignas del poder dictatorial.

Parecerá el argumento de una novela escrita por un conspiranoico, pero casi 15 años desde el hundimiento de la Unión Soviética algunas mentes calenturientas parecen entretenidas en fomentar un clima de histerismo anticomunista como el que propiciaron las campañas del senador McCarthy contra intelectuales y artistas o incautos como el matrimonio Rosenberg, que fue ajusticiado en la silla eléctrica tras un juicio sin las obligadas garantías procesales y la existencia de una mentalidad colonial en buena parte de los países satélites de Washington. Y la avalancha de adhesiones a la OTAN por naciones tradicionalmente neutrales como Suecia no ha hecho más que confirmarlo.

Moscú, que venía apoyando a los habitantes de los territorios prorrusos en Ucrania, agravó el conflicto al ocupar la península de Crimea prácticamente sin disparar un tiro y visto el éxito de la operación pretendió hacer lo mismo con la comarca del Dombás. Pero ahí encontraron la feroz resistencia armada de los territorios ucranianos partidarios de su integración en la OTAN y la Unión Europea, que alimentan con armas y con dinero la guerra que en su última fase ya ha cumplido dos años.

Por lo que se refiere a la propuesta de simplificar el ritual de los procesos electorales, lo que en el fondo se pretende es hacer ilusorio el ejercicio pleno de la libertad. Veremos cosas disparatadas.